Más de 4.000 conductores pasaron por los 172 talleres de Seguridad Vial dictados desde que comenzaron a regir las nuevas penalidades por alcoholemia positiva en la Ciudad, que contemplan una inhabilitación para manejar de entre 2 y 24 meses, según el dosaje, y por las que ya se retuvieron 5.327 licencias.

El curso es una herramienta clave del Plan de Seguridad Vial implementado en Buenos Aires, que tiene como objetivo disminuir la cantidad de siniestros de tránsito, y que trabaja sobre cuatro herramientas de gestión: infraestructura; fiscalización y vehículos seguros; comunicación, educación y capacitación de los usuarios de la vía; y compromiso ciudadano.

El Taller de Seguridad Vial, destinado a infractores y contraventores de alcoholemia, es un curso específico para recuperar el registro retenido una vez terminado el tiempo de inhabilitación. Éste tiene como objetivo que los participantes reflexionen sobre la importancia de promover conductas respetuosas y responsables en materia de tránsito para prevenir situaciones de riesgo y evitar víctimas.

Con diferentes dinámicas y actividades a cargo de instructores de la Gerencia de Educación y Convivencia Vial, se repasan entre otros temas: los elementos de seguridad vial de cada uno de los vehículos; los distintos criterios de seguridad de los peatones y la importancia de la señalización de maniobras. Además, se brinda información sobre velocidades, prioridades de paso, señales de tránsito, factores de riesgo, prevención de incidentes de tránsito y cómo actuar frente a un siniestro vial.

Los conductores que tengan un positivo de alcoholemia superior al permitido, desde 0,5 gr/l, deberán asistir al Taller, de manera presencial, con una duración de cuatro horas y con un examen final.

Los que den más de 1gr/l, pasarán por un curso de ocho horas que se realiza en dos encuentros de cuatro horas cada uno, incluida una charla con ONGs de familiares de víctimas en siniestros viales. Una vez finalizado, se entrega a los participantes una constancia de asistencia firmada por el capacitador o la capacitadora y se envía un informe de cumplimiento a diversas áreas de la Justicia.