Las escuelas porteñas mostraban hoy un dispar panorama en todo el territorio de la ciudad, con una mayoría de establecimientos educativos de gestión pública sin actividad presencial ante el alto acatamiento del paro convocado por UTE-Ctera en rechazo al polémico fallo judicial que ordenó sostener la presencialidad pese al DNU del Gobierno nacional que las suspendió por 15 días ante el exponencial crecimiento de casos de coronavirus.
En tanto, las escuelas de nivel inicial, primario y secundario de gestión privada se dividían entre las que sostuvieron las clases en aula, las que pospusieron hasta mañana el reinicio y las que se encontraban afectadas por la medida de fuerza dispuesta para hoy por el sindicato de docentes privados del distrito, Sadop Capital.
De hecho, distintos referentes sindicales de la Ciudad de Buenos Aires confirmaron que esta mañana se desarrollaba con "alto grado de acatamiento" la medida de fuerza dispuesta para hoy en el distrito, en rechazo al regreso a la presencialidad de las clases.
A la decisión gremial de llevar adelante el paro de actividades se sumó también la decisión de muchas familias de no enviar a sus hijos e hijas a la escuela ante el fuerte aumento de casos de coronavirus y en línea con las medidas sanitarias dispuestas por el Gobierno nacional para hacer frente a la segunda ola de coronavirus en esta etapa.
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la Ciudad de Buenos Aires falló anoche a favor de la presencialidad de las clases en el distrito, al pronunciarse sobre una presentación hecha por organizaciones de docentes contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno nacional que establece la suspensión de la actividad por 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para contener la suba récord de casos de contagios.
Al celebrar ese fallo, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció anoche en conferencia de prensa que hoy habría clases presenciales en las escuelas porteñas.
Larreta dijo que "todas las decisiones que tomamos en la Ciudad son basadas en datos y evidencia, y en la opinión de expertos nacionales e internacionales en salud y educación, siempre buscando atender el bienestar integral de las personas", afirmó el mandatario porteño.
Sin embargo, el presidente Alberto Fernández había dispuesto la suspensión por 15 días de la presencialidad en las escuelas a partir de hoy en un DNU frente al récord de casos de contagios registrados en el área más poblada de la Argentina, que incluye a la ciudad y provincia de Buenos Aires.
Tras la decisión de la Justicia, el Presidente calificó el dictamen de "estrago jurídico" porque la cuestión es de competencia de la Justicia federal.
"Lo que hicieron es un estrago jurídico. Están tomando medidas que son del exclusivo resorte de la Justicia Federal. No estamos dictando medidas de política educativa. Son medidas de política sanitaria en una pandemia. Por eso la Ciudad fue directo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación", afirmó el Presidente ayer en declaraciones a El Destape.
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la Ciudad de Buenos Aires falló el domingo a favor de la presencialidad de las clases en el distrito, al pronunciarse sobre una presentación hecha por organizaciones de docentes contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno nacional que establece la suspensión de la actividad por 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para contener la segunda ola de coronavirus.
Tras el fallo, los gremios docentes porteños UTE-Ctera y Sadop anunciaron un paro de actividades para hoy, al advertir que "la salud y la vida son prioridad" y que el cuidado de la sociedad está "dado por el respeto a las normas establecidas".
La escalada de la segunda ola de coronavirus puso en tensión al sistema de salud porteño, especialmente al sector privado, que tiene una ocupación del 95% en terapia intensiva, mientras que en los hospitales públicos subió hasta al 61,1%, lo que configura una situación "crítica" y de "saturación", advirtieron distintas fuentes y especialistas del sector sanitario.