Las fuerzas de seguridad comenzaron esa madrugada estrictos controles en los distintos accesos a la Ciudad de Buenos Aires, lo que genera algunas filas de vehículos y demoras en el tránsito, ya que durante este fin de semana se reimplantaron las restricciones para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.
Estos controles, que incluyen a particulares y el transporte público, son para verificar que quienes transitan tengan su correspondiente permiso de circulación por ser trabajadores esenciales o por alguna razón de fuerza mayor.
Desde esta madrugada, los efectivos de las fuerzas de seguridad nacional, bonaerense y porteña comenzaron los controles en los accesos por debajo de la avenida General Paz, y en los otros cruces que hay entre la provincia y la Ciudad de Buenos Aires.
Pasadas las 8, se podían observar algunas filas de vehículos en el ingreso al distrito porteño desde la zona sur, por el puente Pueyrredón y puente Alsina; desde la zona oeste, en la autopista Ricchieri y en la bajada de Liniers; y desde la zona norte, para los vehículos que llegan desde la autopista Panamericana.
De los 127 cruces que hay entre la provincia de Buenos Aires y la Ciudad, 56 permanecen abiertos y 71 están cerrados hasta el lunes 7 a las 6 horas.
De los 56 que permanecen abiertos, 50 son controlados por la Policía de la Ciudad (hay presencia durante las 24 horas) y seis por fuerzas federales: Prefectura y Policía Federal.
Los efectivos controlan que solamente circulen personas con permiso para esenciales, por lo que los automovilistas que no cuenten con el mismo no pueden pasar. También se supervisa a quienes viajan en colectivos.
Estos controles también son realizados en las principales estaciones y terminales de trenes, subtes y colectivos.
Solo se podrá circular por la vía pública de 6 a 18 en cercanías al domicilio para realizar alguna compra necesaria, y están prohibidas todas las reuniones sociales y actividades en forma presencial.