Doce personas de identidad femenina fueron asesinadas durante 2022 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y seis de esos casos se clasificaron como "femicidios" por haber sido cometidos en un contexto de género; lo que implicó la cifra más baja de los últimos ocho años de este tipo de casos, informaron hoy fuentes judiciales.

De acuerdo al análisis anual de la Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las mujeres (UFEM), a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta, en 2015 hubo 21 femicidos, en 2016, 13; en 2017, 15; en 2018, 9; en 2019, 9; en 2020, 15; y en 2021, otros 15.

La Procuración General de la Nación publicó hoy dicho trabajo en su página web (www.fiscales.gob.ar) y remarcó que "también disminuyó -respecto del año anterior y del promedio histórico- la proporción de femicidios sobre el total de casos".

En ese sentido señaló que en 2021 el 68 por ciento de los homicidios fueron clasificados como femicidios. En 2022 el nivel se ubicó en el 50 por ciento.

Sin embargo, "la UFEM señaló que la recopilación de datos preliminares de los casos ocurridos en lo que va de 2023 ya arroja una considerable suba en relación con el total de casos de 2022".

"Los aspectos más destacados para caracterizar los femicidios de 2022 fueron la merma en la cantidad de casos (nominal y proporcional); la existencia de vínculos previos y de proximidad con los agresores (especialmente íntimos); su ejecución en espacios privados (particularmente en viviendas); y la participación de un solo autor y víctima por hecho", detalló.

A su vez, el informe destacó que, "por segundo año consecutivo, no se registraron víctimas de violencia homicida con identidad de género trans o travesti"; y tampoco se relevaron víctimas "en situación de calle ni hechos letales en barrios populares/asentamientos precarios".

En cambio, por segundo año consecutivo se registraron femicidios íntimos con agresores y víctimas pertenecientes a fuerzas policiales, los cuales fueron cometidos con las armas de fuego reglamentarias.

Para la UFEM, "uno de los aspectos destacados" de los casos analizados es que en la totalidad de los femicidios existió "conocimiento previo entre víctima y agresor", con "predominio del contexto íntimo de pareja/ex pareja y, en menor medida, el vínculo familiar".

En cambio, entre los homicidios dolosos sin motivos de género (3 por robo, 2 por riña y 1 por conflicto económico), el nivel de conocimiento previo entre agresor y víctima fue del 75%.

En cinco de los seis femicidios existían antecedentes por violencia de los agresores a las víctimas, dos de las cuales habían denunciado penalmente a los victimarios.

Respecto a los lugares donde se cometieron los femicidios, el 100 por ciento tuvo como escenario un espacio privado, ya sea la casa de la víctima como la compartida con el agresor; y la mayor concentración se produjo en la Comuna 3 y particularmente en el barrio de Balvanera.

Sobre la modalidad con la que se consumaron los homicidios con motivo de género hubo casos de golpes, mecanismos de sofocación, uso de arma blanca y arma de fuego, y también arrojar al vacío y quemar a las víctimas.

En promedio, las víctimas de femicidio tenían 48 años, al tiempo que la edad media de los asesinos fue de 38.

Finalmente, el informe añadió que la calificación jurídica del agravante de género se aplicó en cuatro de los seis femicidios, mientras que en dos casos el hecho solo se utilizó el agravante por el vínculo.