Se ha presentado un proyecto en la Legislatura de la Ciudad para que sea gratuito el servicio de comedor para el personal docente. 

Una iniciativa que en único artículo busca establecer que “en las escuelas de gestión estatal que cuenten con servicio de comedor escolar, el conjunto del personal docente de cada institución, va a estar autorizado y podrá acceder de forma gratuita al menú que se sirva en el comedor del establecimiento”.

El proyecto apunta a que las escuelas estatales brinden a los docentes el servicio de comedor, sin que esto tenga que ser solventado por otra instancia que no sea el propio Gobierno, ya sea pagando a las propias escuelas o a los concesionarios.

Una cuestión que se debe tener en cuenta es que el servicio de comedor puede ser atendido desde el propio establecimiento, esto en aquellos que tienen cocinas instaladas para cocinar la comida que reciben alumnos y alumnas, junto a aquellas instituciones que reciben el alimento por medio de concesionarios que son contratados por el propio Gobierno porteño.

En este contexto, se debe entender que el servicio de comedor en las escuelas públicas de la Ciudad involucra a toda la comunidad educativa, esto equivale a autoridades escolares, a docentes y a las Asociaciones Cooperadoras, las cuales cumplen un rol importante, pues controlan la calidad de la comida que reciben chicos y chicas.

Esto está dispuesto por el propio reglamento escolar que da los parámetros para la asignación de responsabilidades y obligaciones que tienen los propios docentes y los directivos en lo que respecta al funcionamiento y la organización de estos comedores, algo que es resaltado por el diputado Gabriel Solano, quien entiende que “sin su participación en los turnos de comedor llevando adelante las tareas de cuidado de los alumnos, o el control del cumplimiento de las obligaciones del concesionario del servicio de comedor que desempeñan vicedirectores, entre otras funciones que lleva adelante el personal docente, sería imposible sostener la actividad y el funcionamiento de los comedores escolares”.

Esto no está contemplado por los distintos concesionarios, no lo estipula el contrato que tienen con el propio Gobierno de la Ciudad, motivo por el cual no están obligados a garantizar la comida del personal docente, es decir, no hay ningún tipo de reconocimiento por la contraprestación que se presta en esa atención que se garantiza por parte del cuerpo docente, algo que es reclamado desde el despacho del legislador Solano.

La cuestión de los comedores escolares está siendo  cuestionada por parte de la comunidad educativa en la Ciudad, entre otros motivos como consecuencia de la última licitación que se concretó para las comidas, pues se señala que esta se hizo a un precio menor, pasándose de los actuales $404,91 por cada vianda a un precio futuro de $302,95. Una licitación que se mantendría hasta 2025, que involucra a 18 empresas. Todo como parte de una licitación con un presupuesto de 50.055.347.712 pesos.

Desde el Gobierno porteño se niega que la baja esté relacionada con una prestación de menor calidad en el servicio que de comedor que reciben niñas y niños, estableciendo que la diferencia de montos será readecuada cuando se preste el mencionado servicio por parte de cada uno de los concesionarios. 
Esto está sucediendo en el mismo momento que se dieran denuncias en propia Legislatura porteña, concretamente en Audiencias Públicas, donde alumnos y alumnas de colegios de nivel medio reclamaron por lo deficiente del servicio de comedor.

En números, se brinda servicio de comedor en 1783 establecimientos educativos, entre nivel primario y secundario, con una población estudiantil de 291.000 alumnos y alumnas. Se involucra en este conteo a desayuno y refrigerio, sumado al propio del comedor. 

Es resaltado por el diputado Gabriel Solano la cuestión de la situación económica que están atravesando los docentes, algo que no escapa a la gran mayoría de la población, con la situación de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. 

Salarios que en el caso de docentes y de mucha de la población está por debajo de la línea de la pobreza. Encontrando a maestros, maestras, profesores y profesoras en la obligación de tomar varios cargos para no ser pobres, esto se suma a la necesidad de un traslado constante entre establecimientos, pesando mucho el costo de transporte, pues no tiene posibilidad de contar con el boleto educativo, que solo aplica a estudiantes.

Se espera que este tratamiento sirva para poner en debate la cuestión, algo que se podría resolver con un entendimiento entre el propio Gobierno porteño con los distintos concesionarios.