A partir del 1° de noviembre, los boletos del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sufrirán un incremento del 4,1%, tanto para los colectivos como para el subte en la Ciudad de Buenos Aires. El ajuste se debe a la fórmula de actualización automática establecida por la Secretaría de Transporte, que combina la inflación registrada en septiembre (2,1%) con un 2% adicional previsto en el esquema anual de revisión tarifaria. Este mecanismo se aplica mensualmente desde 2024 y busca acompañar los aumentos de costos operativos y de mantenimiento que enfrentan las empresas del sector.

Con este nuevo incremento, el boleto mínimo de colectivo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pasará de $546,54 a $568,91, mientras que en la Provincia de Buenos Aires —para las líneas bajo jurisdicción provincial— el valor será de $572,86. En tanto, el boleto de subte se elevará de $1.112 a $1.157,59. Las tarifas que se mantienen sin cambios son las de los colectivos de jurisdicción nacional, cuyo cuadro tarifario continúa congelado desde julio de 2025, y las de los trenes metropolitanos, que no registran modificaciones desde septiembre del año pasado.

El sistema de actualización automática fue implementado con el objetivo de reducir la necesidad de audiencias públicas frecuentes y evitar que los ajustes queden rezagados frente a la inflación. No obstante, en el último año la acumulación de subas en el transporte automotor del AMBA alcanza alrededor del 54%, lo que genera un impacto sostenido sobre el gasto de los usuarios. Según estimaciones del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP-UBA), un hogar promedio destinó en septiembre cerca de $75.000 mensuales al transporte público, un 33% más que en el mismo mes del año anterior.

Las tarifas mencionadas aplican exclusivamente para los usuarios con tarjeta SUBE registrada. Aquellos que aún no hayan completado el proceso de nominalización o no hayan validado su tarjeta en una Terminal Automática SUBE deberán afrontar precios significativamente más altos. En cambio, los usuarios registrados continúan accediendo al descuento del 50% en el segundo viaje y del 75% a partir del tercero, dentro de un lapso de dos horas, como parte del sistema de Red SUBE.

El aumento se enmarca en un contexto de presiones inflacionarias persistentes, con un índice de precios que continúa en alza y ajustes generalizados en servicios esenciales. El sector del transporte público atraviesa además un escenario de tensión por la actualización de subsidios y la negociación entre Nación, Ciudad y Provincia respecto al reparto de los fondos que sostienen parte del costo operativo. Desde las cámaras empresarias advierten que, pese a los incrementos, las tarifas todavía se encuentran por debajo del valor técnico del boleto, lo que podría derivar en nuevos pedidos de revisión hacia fin de año.

Mientras tanto, para los pasajeros del AMBA, la suba de noviembre se suma a una serie de incrementos mensuales que, aunque moderados en porcentaje, acumulan un impacto cada vez mayor sobre los presupuestos familiares. La expectativa del sector es que el esquema de indexación mensual permita mantener la sostenibilidad del servicio sin necesidad de saltos abruptos en las tarifas, aunque los usuarios perciben que el costo de moverse por la ciudad se vuelve cada vez más alto.