Los barrios Papa Francisco, Rodrigo Bueno, Padre Mugica y el Playón Fraga podrían incorporar nombres de mujeres en calles, plazas y pasajes, a través del proyecto Mujeres que Abren Caminos, que busca visibilizar su rol en la historia, donde apenas el 3 por ciento de las calles llevan nombres de mujeres en la Ciudad de Buenos Aires.

El proyecto originariamente fue presentado por el CEUR (Centro de Estudios Urbanos Regionales, dependiente del Conicet) en la Dimensión Género del Consejo de Planeamiento Estratégico (CoPE) "siguiendo las pautas de urbanismo feminista que buscaba una medida de acción positiva respecto al nombramientos de calles y espacios públicos de la Ciudad", explicó Silvia Collin vicepresidenta de CoPE.

"Con el objetivo de dar visibilidad a las mujeres, ingresamos el proyecto en la CoPE, pero al poco tiempo y con los proyectos de integración urbana que se empezaron a llevar a cabo en la Ciudad, nos dimos cuenta que podíamos integrarlos ya que esta integración propone la apertura de espacios públicos", explicó la funcionaria.

Asimismo, remarcó que si bien el proyecto tiene ya "unos años, ahora le dimos una vuelta de rosca gracias a la colaboración desde AMSA (Asociación de Mujeres Arquitectas e Ingenieras) y del Colegio de Sociología que aportó muchísimo trabajo de investigación sobre los nombres de mujeres en las calles de Buenos Aires".

A medida que avanzan los proyectos de integración urbana en los barrios, se generan nuevos espacios y aperturas de calles y pasajes, en función de eso se adaptó Mujeres que Abren Caminos: "un proceso participativo para producir el nombramiento de estas calles acorde a la legislación vigente", precisó Collin.

El primer barrio donde se puso en marcha esta iniciativa fue en Papa Francisco, en Villa Lugano, donde se construyó un complejo habitacional de más de 1500 viviendas y que junto a vecinas y vecinos del lugar se elegirán los nombres de las calles.

"Cada proyecto tiene una estructura participativa con respecto a toda toma de decisión, desde cuáles son las prioridades, o cómo se lleva adelante el proyecto", precisó la licenciada y remarcó que todo se lleva adelante "junto al IVC" (Instituto de la Vivienda).

"Estamos en distintas etapas dependiendo el barrios porque cada uno requiere un proceso participativo distinto, primero nos acercamos a contar de qué trata el proyecto y por qué es importante de dar visibilidad a las mujeres o gestas de mujeres que formaron parte de la historia, tal vez del barrio, ese es el primer paso", explicó Collin.

"El urbanismo implica también visibilizar la vida y los personajes importantes, todos nosotros llevamos el nombre de una calle en el documento y, en la ciudad, menos del 3 de esas calles llevan nombres de mujeres, hay comunas enteras sin nombres de mujeres", sostuvo.

Luego que un taller en donde se le brinda a los vecinos una explicación y se desarrolla el marco teórico de la importancia del proyecto, se realiza un segundo encuentro en donde se explican los alcances de la "Ley 83, que explica todos los requisitos que necesita un nombre para poder ponérselo a una calle o espacio público", señaló Collin.

Por último, se proponen nombres y se establecen pautas de votación, por ejemplo en el barrio Rodrigo Bueno "se generarán cuatro espacios verdes y dos calles, el proceso que se da y el intercambio es maravilloso", afirmó y agregó que entre otros nombres se propuso Mujeres de la Guerra Civil".

Asimismo, Collin remarcó que en la Ciudad "para las nuevas tres estaciones de subte de la línea E, en audiencia pública, se plantearon nombres de mujeres, hay muchas acciones conjuntas que tienen que ver con la visibilidad de las mujeres en el espacio público".

"Tenemos que entender que cómo definimos, diseñamos y nombramos la Ciudad también genera condiciones de igualdad o agranda la brecha entre varones y mujeres", concluyó.