La tasa de mortalidad infantil en la ciudad de Buenos Aires disminuyó en 2021 a 4,4 fallecidos por cada mil nacidos vivos, lo que representa la "tasa más baja" para el distrito, anunció esta mañana el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

El índice se ubicó "muy por debajo" de los 7,9 muertos por cada mil nacidos vivos que se registraron en el año 2007, detalló el alcalde capitalino y señaló que el total de decesos en 2021 fue de 113.

"Esta es de las noticias más importantes que estamos dando en todo nuestro período de gobierno. La lucha contra la mortalidad infantil es una prioridad desde el primer día", aseguró Rodríguez Larreta en una conferencia de prensa en el Centro de Desarrollo Infantil "Rayito de Sol", ubicado en el barrio de Villa Soldati.

El dirigente sostuvo que "mientras haya aunque sea una muerte de un bebé que fallezca por causas evitables, tenemos que seguir trabajando. Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para que cada año sean menos los bebés que fallecen en los primeros meses de vida".

Asimismo, apuntó que en esta problemática "no hay grietas" ya que es un "desafío que nos tiene que involucrar a todos", durante la presentación de la que también participaron el ministro de Salud local, Fernán Quirós, y la diputada y exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.

Por su parte, Quirós destacó la "consistente" curva descendiente que mostró la tasa de mortalidad infantil a lo largo de los últimos años y aseguró que es resultado de políticas de Estado que "ponen el foco en el cuidado del ciudadano con una mirada de bienestar integral".

"Es un promedio que está por debajo del promedio argentino y latinoamericano, en el rango de los países desarrollados del mundo", dijo el ministro, quien destacó el "enorme equipo" dentro de la cartera de Salud porteña, "el sistema de provisión de servicios, los hospitales y los Cesac (Centro de Salud y Atención Comunitaria) que han hecho una tarea encomiable".

Las autoridades destacaron que la reducción de la mortalidad infantil se debe a las políticas públicas que buscan garantizar los controles prenatales, las consultas pediátricas en el primer año de vida del bebé y el seguimiento específico cuando se trata de niños que nacen prematuros.

También señalaron una "constante campaña de concientización y distribución de métodos anticonceptivos", que "se calcula que estos ayudaron a reducir casi en un 60% los embarazos adolescentes, cuyos bebés tienen mayores riesgos", en un comunicado difundido tras la presentación.