Tres fiestas clandestinas en las que había en total más de 470 asistentes fueron desarticuladas anoche por la Policía de la Ciudad en los barrios porteños de Constitución, Colegiales y Palermo, informaron fuentes policiales, que agregaron que en los operativos se detuvo a tres personas.
Una de las reuniones se realizaba en Entre Ríos al 2000, en el barrio de Constitución, a donde llegaron efectivos de la Comisaría Vecinal 1C de la Policía de la Ciudad luego de las quejas de los vecinos por ruidos molestos.
La Policía tuvo que entrar a la fuerza ya que al escuchar la llegada de los agentes la puerta fue cerrada desde adentro.
En el lugar había 134 personas, de los cuales tres eran menores de edad.
Una mujer de 48 años y un hombre de 49 fueron detenidos por ser organizadores de la fiesta, mientras que también se detuvo a una joven menor de edad que intentó agredir físicamente a uno de los efectivos.
La causa quedó a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº4, a cargo de Ariel Lijo Lijo, quien dispuso la detención de los tres involucrados y el secuestro de la caja registradora con el dinero de las entradas, bebidas alcohólicas y un parlante.
En simultáneo, en el barrio de Colegiales, fue desbaratada otra fiesta clandestina que se realizaba en Virrey Olaguer y Feliú al 3100.
Allí, agentes de la División Operaciones Especiales Requeridas y de la División Investigaciones Delictivas de la Policía de la Ciudad junto con personal de la Agencia Gubernamental de Control se acercaron hasta un local donde había tres salones.
En uno de ellos, el que estaba ubicado al fondo del local, 80 personas participaban de una "fiesta temática dark", según informó la policía, con la presencia de un DJ.
El lugar fue clausurado por orden de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº8, a cargo de Maximiliano Vence.
El tercer operativo se realizó alrededor de las 3 en Palermo, en la calle Malabia al 1300, donde se desarrollaba una fiesta clandestina con 275 personas.
El evento se realizaba en la trastienda de un bar cuya capacidad máxima autorizada es de 41 personas.
Cuando los agentes llegaron, las cortinas de metal estaban cerradas y tanto el ingreso como el egreso de los invitados se hacía por una pequeña puerta de la persiana.
La causa también quedó a cargo del fiscal vence, quien dispuso la clausura del local.
En los operativos participaron efectivos de la Policía de la Ciudad, junto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y personal del Ministerio de Justicia y Seguridad.